Turquía: Elecciones bajo la sombra de la violencia

Las elecciones del 1 de noviembre de 2015 supusieron un gran éxito para el Partido por la Justicia y el Desarrollo (AKP) y su presidente, Recep Tayyip Erdogan. El AKP pudo mejorar sus resultados en casi todo el país y recuperó la mayoría absoluta, que había perdido en las elecciones del 7 de junio.

Conforme a los resultados no oficiales, el partido gubernamental AKP ha podido incrementar su porcentaje del 40,9% al 49,34% y se aseguró 317 diputados en el parlamento. El partido de oposición más importante es el Partido Republicano del pueblo (CHP), un partido de centro-izquierda que consiguió el 25,3% y 134 diputados (el 7 de julio obtuvieron el 25% y 132 diputados). El partido de extrema derecha Movimiento Nacionalista (MHP) cayó del 16,3% al 11,9% o bien cayeron de 80 a 40 diputados. El gran ganador de las elecciones de julio, el partido pro-curdo de izquierdas Partido Democráticos de los Pueblos (HDP), perdió el 2,3% y logró sólo el 10,8%, consiguiendo 59 diputados en el parlamento.  
Para los partidos de la oposición, las circunstancias, bajo las que se realizaron las elecciones fueron muy difíciles. Eso lo han confirmado los observadores internacionales que estaban presentes en las elecciones en sus informes. El difícil entorno político y de seguridad, especialmente en el Sureste del país, evitó – junto con una serie de sucesos violentos, incluidos asaltos a militantes de los partidos, locales y ayudantes en las elecciones – que los partidos opositores pudieran hacer una campaña electoral libre. [2]
A continuación intentaremos realizar una descripción detallada de los hechos, tal y como informan los observadores internacionales.   
Después del 7 de junio, cuando el AKP perdió la mayoría absoluta en el parlamento, el gobierno interrumpió el proceso de paz con el PKK y se embarcó en una guerra abierta contra el pueblo curdo. En algunas ciudades curdas, donde el HDP tenía más del 80% de los votos, se prohibió durante días salir de las casas. Durante este tiempo, las fuerzas de seguridad del estado turco asesinaron a decenas de personas, entre ellos recién nacidos y menores de edad. En dos atentados con bomba se asesinaron a 132 personas (en Suruç y Ancara), cerca de 200 locales del HDP – incluida la sede en Ancara – fueron atacados (incendiados, apedreados, disparados y asaltados), miles de militantes del HDP y activistas fueron detenidos  y 500 fueron condenados a prisión. 22 alcaldes (todos de ciudades curdas) fueron destituidos por jueces y el Ministerio del Interior. El HDP tuvo que cancelar todos sus actos electorales por motivos de seguridad. Conforme a los datos del Consejo Superior de la Radiotelevisión (RTÜK), el AKP sumó en los últimos 25 días un total de 138 horas de programación, frente a las seis horas del HDP. Ninguno de los vicepresidentes del HDP fue invitado a programas de televisión durante la campaña electoral, lo que supone fácticamente un embargo en contra del HDP por parte de los medios estatales y privados.   
Bajo estas circunstancias difíciles, el HDP perdió aproximadamente 1 millón de votos y sólo logró el 10,8% y 59 diputados. A pesar de esta pérdida, el HDP sigue siendo el partido más importante en las regiones de mayoría curda. Como obtuvo más mandatos que el MHP, es ahora el tercer partido del país y seguirá siendo en el parlamento la fuerza más grande en la lucha por los derechos y las libertades.  
El AKP, el partido en el gobierno, consiguió un 49,3%, ya pudo atraer a nuevos votantes, sobre todo,  del MHP, pero también del HDP.  Con su retórica nacionalista y su guerra contra el PKK, el AKP atrajo aproximadamente el 4% de los votos del MHP, especialmente en el interior del país, donde la población es bastante nacionalista y religiosa. Además, el AKP se ha servido de una táctica del terror y del miedo y, de esa manera, logró atraer a algunos curdos, que el 7 de junio habían votado al HDP, aproximadamente un 2% de votantes.
El CHP no logró ganar nuevos electores, a pesar de la debilitación de la retórica sobre el tema del secularismo y del aumento de las promesas económicas, con lo que alcanzó casi el mismo resultado de junio. Pudieron ganar dos diputados y seguirá siendo el partido principal de la oposición.
El MHP rechazó todas las negociaciones de coalición después de las elecciones en junio y el apoyo a un gobierno de minoría del CHP, con lo que allanó el camino a las nuevas elecciones. El punto de vista destructivo del MHP y su papel como partido que bloquea los procesos políticos, así como la línea dura del AKP contra la cuestión curda son los principales motivos del traslado de votos del MHP hacia el AKP.

Así que ahora habrá un gobierno de la mayoría del AKP, que realiza una política más dura contra los curdos y Siria, que ha reforzado su posición religiosa y que se ha podido librar, al menos por el momento, de denuncias de corrupción.  Ahora tiene el poder de cambiar las leyes para imponer como presidente a Recep Tayyip Erdoğan. Esto conducirá a un aumento de la polarización política y social del país – adicionalmente a la cuestión curda. En este clima político  tenebroso en Turquía, el HDP seguirá representando la voz de los trabajadores y las trabajadoras y de los oprimidos. 

Traducción: José Luis Martínez Redondo


[1] Observación de la redacción: en el momento, en el que se redactó esta aportación

[2] Turquía: Elecciones parlamentarias adelantadas del 1 de noviembre de 2015: Declaración y análisis y conclusiones provisionales http://www.osce.org/odihr/elections/turkey/196351?download=true