Estudio sobre los Planes Nacionales de Recuperación y Resiliencia de determinados Estados miembros de la UE

Roland Kulke ofrece una visión general de un estudio de investigación encargado por transform! europe que analiza las medidas para compensar las repercusiones financieras de la crisis de Covid19 en 11 Estados miembros de la UE para los años 2020 y 2021.

Poco después del inicio de la pandemia, los distintos Estados miembros de la UE comenzaron a idear medidas para compensar las repercusiones financieras de la crisis del Covid19. La Comisión Europea (CE) también propuso estos planes. Finalmente, los miembros de la UE acordaron en febrero de 2021 la creación de un fondo de 750.000 millones de euros. El fondo NextGenerationEU (NGEU) rompe un tabú, que no sólo la gente de izquierdas aprecia. Por primera vez, los gobiernos de la UE deciden asumir una deuda común de forma relevante. Este enfoque es muy diferente al que se adoptó durante la crisis financiera de Lehman Brothers en 2008, que se centró en aplicar recortes.

Entonces, ¿es todo diferente esta vez? ¿Ha provocado la UE un cambio de paradigma y ha modificado fundamentalmente sus planteamientos? A pesar de la evolución positiva, tenemos muchas razones para seguir siendo cautelosos.

Sí observamos que el fondo NGEU ofrece puntos de conexión específicos para que la UE siga desarrollándose de forma progresiva, como por ejemplo mediante una inversión sustancial en la producción respetuosa con el clima y la ampliación del acceso a Internet también en las zonas rurales.

Para comprender mejor los planes nacionales, hemos pedido a autores de todas las partes de la Unión Europea que analicen el Fondo de Recuperación y Resiliencia gubernamental nacional en sus respectivos países para el periodo 2020-2021: Alemania, Austria, Chequia, Dinamarca, Francia, Grecia, Hungría, Italia, Países Bajos, Polonia y Portugal.

Las preguntas de la investigación fueron: ¿Cómo debaten los distintos países sobre una posible vuelta a la austeridad, es decir, el regreso de la Troika? ¿Existen debates sobre la economía del cuidado, es decir, el trabajo remunerado y no remunerado y los servicios que apoyan el cuidado en todas sus formas? También exploramos los planes de los Estados para invertir en producción y digitalización teniendo en cuenta el clima. Gran parte de lo que la izquierda pretende aplicar no puede lograrse sin una verdadera política industrial gubernamental. ¿Cómo ha sido el debate sobre el papel de las empresas públicas en la UE en 2021? Por último, nos hemos preguntado por las alternativas de la izquierda a los proyectos estatales hegemónicos. Los resultados de los estudios son ambivalentes. Por un lado, hay una evolución positiva respecto a la marcada reorientación de la producción, hacia la reducción del uso de combustibles fósiles, una mayor eficiencia energética, el fortalecimiento de las energías renovables y el endurecimiento de los topes de CO2 para los automóviles. Sin embargo, no se ha abordado la cuestión de las estructuras de poder dentro de la UE entre los distintos Estados miembros, al igual que no se ha abordado dentro de los Estados miembros.Además, la CE dirigida por Ursula von der Leyen se centró en la política de crecimiento y la militarización. Por un lado, siguen faltando políticas sociales como el fortalecimiento del poder de los sindicatos; por otro lado, las "recomendaciones" hechas a los diferentes Estados miembros por la CE siguen siendo tan neoliberales como siempre. Ante la inminente triple crisis de la guerra, Covid19 y la catástrofe climática, la izquierda tiene que redoblar sus esfuerzos promoviendo la configuración positiva del espacio creado por el Fondo NGEU.

El estudio completo se presentará en breve y estará disponible en el sitio web de transform! europe.

Equipo de investigación:

Eleftheria Angeli
Herman Beun
Pauline Debanes
Matteo Gaddi
Michał Menes
Sara Murawski
Karen Helveg Petersen
Anna Pixer
Zoltán Pogátsa
Mauricio Rezende Dias
Michael Schwan
Ilona Švihlíková

Redacción:

Roland Kulke