Fortalecer los derechos de los migrantes después del Brexit británico

Después de la crisis financiera, los chivos expiatorios más persistentes para muchas partes de la sociedad han sido los migrantes y los refugiados. Utilizados por los medios de comunicación, los políticos y la gente común, los problemas de Europa se han condensado en la rencorosa imagen de los «otros».

"Otros" para las comunidades nacionales imaginadas, "otros" para el proyecto europeo y lo que supuestamente representa.

En Gran Bretaña, durante el referéndum de la UE y después del voto a favor del Brexit, la migración, en particular la migración de la UE, fue utilizada por el Partido Conservador como la razón número uno para votar la salida y el beneficio más preciado del Brexit de Gran Bretaña.

Las tres o cuatro décadas de neoliberalismo han llevado a las comunidades trabajadoras de uno de los países más ricos del mundo a tal nivel de desesperación, que están dispuestas a aceptar el mito de que el trabajador extranjero (UE) está socavando el mercado laboral británico y convirtiéndose en una carga creciente para el estado de bienestar británico. Peor aún: una pequeña parte de la izquierda británica está dispuesta a repetir los mismos argumentos, en defensa de la clase obrera (blanca y masculina). Los neoliberales han confundido con éxito la libertad de los trabajadores con la libertad de las personas, y demasiadas personas han comprado ese discurso.

Confrontados con esta hostilidad pública, la dirección laborista está tratando de navegar el partido entre una serie de posiciones contradictorias, todas respaldadas por diferentes partes del partido. Primero, la derecha pro-UE del partido, que se preocupa menos por los derechos de los migrantes y más por los derechos de las empresas. La realidad es que tanto el mercado laboral cualificado como el no cualificado en Gran Bretaña reclutan miembros del EEE. El actual sistema de visas hace que sea casi imposible para los que no pertenecen al EEE ocupar estas posiciones, por lo que reconocen las consecuencias económicas de la "migración controlada" y las perspectivas calamitosas para la economía británica. Pero su prioridad es permanecer en el mercado único; si pueden prescindir de la libre circulación, lo harán.

Segundo, la izquierda anti-migración (y anti-UE) del partido que está en contra de la "subvaloración" de los empleos británicos. Creen que las fronteras controladas permitirán a un gobierno socialista proteger el mercado laboral (nacional) de los ataques del capital internacional y querrían (o eso dicen) más migración fuera del EEE. Estas voces no son muchas, pero aún así tienen influencia sobre el liderazgo del partido.

Finalmente, estamos el resto de nosotros, miembros de la izquierda del Partido Laborista, decididos a defender la libertad de movimiento y aspirando a ver un gobierno laborista que no solo preserve los derechos que tenemos ahora como migrantes sino que aspire a fortalecer los derechos de todos los trabajadores. Tanto la campaña transversal  Otra Europa es Posible  (AEIP) como la campaña de Laboristas para la Libertad de Movimiento están comprometidos con la defensa y la extensión de los derechos de los migrantes. El informe publicado por la AEIP explica cómo las propuestas conservadoras para la migración "controlada" y los requisitos de visas temporales para los migrantes de la UE permitirán a los empleadores actuar como patrocinadores de los trabajadores invitados, haciendo imposible que los migrantes cambien de empleador sin arriesgarse a la deportación. Además, las propuestas conservadoras fortalecerán las prácticas de reclutamiento ‘solo para extranjeros’, creando de manera efectiva un nuevo grupo de mano de obra barata y un mercado negro subterráneo.

Las propuestas de la AEIP y de los Laboristas para la Libertad de Movimiento están a favor del "libre circulación +": acuerdos de negociación sector por sector que establecen los estándares mínimos de salario y condiciones para todos los trabajadores. La publicación de la Directiva sobre trabajadores desplazados en todo el EEE que establece un principio contra la subvaloración, sanciones estrictas para los empleadores sin escrúpulos, prohibición de prácticas y agencias de contratación sólo para extranjeros.

Las propuestas de "libertad de movimiento +" son las únicas políticas que fortalecen todos los derechos de los trabajadores y el único antídoto contra la agenda conservadora y tóxica. 

Traducción: José Luis Martínez Redondo