¡Parad la guerra! Llamamiento por una Europa de paz

#peacemanifesto transform! europe condena el ataque que Rusia, bajo el gobierno de Vladimir Putin, ha lanzado sobre Ucrania. Rechazamos el uso de la fuerza militar contra un Estado soberano, al igual que hemos rechazado anteriormente el despliegue de las fuerzas de la OTAN en los países fronterizos con Rusia, y en países de Asia y

#peacemanifesto

transform! europe condena el ataque que Rusia, bajo el gobierno de Vladimir Putin, ha lanzado sobre Ucrania. Rechazamos el uso de la fuerza militar contra un Estado soberano, al igual que hemos rechazado anteriormente el despliegue de las fuerzas de la OTAN en los países fronterizos con Rusia, y en países de Asia y África y Europa. Por lo tanto, pedimos un alto el fuego inmediato, el cese de los bombardeos, la retirada de las tropas rusas del suelo ucraniano y la vuelta a la mesa de negociaciones.

Al mismo tiempo, pedimos a la UE que ponga el máximo empeño en volver a participar en las negociaciones de paz. En estos tiempos difíciles, nos solidarizamos con el pueblo de Ucrania, que experimenta de lleno el ataque ruso y cuyas vidas están en peligro. Nos solidarizamos con las gentes de Ucrania que se ven obligadas a abandonar sus hogares, y tejemos redes de solidaridad para su apoyo, ¡incluso para proporcionarles refugio y seguridad! Nos solidarizamos con los ciudadanos de Rusia que se oponen a la guerra de Putin, a pesar de la represión, así como con los millones de personas que en otros países europeos exigen la paz. La solución frente a esta injustificable escalada de violencia militar no es más violencia; la solución es política, basada en los principios de los conceptos de seguridad común y colectiva que priorizan el bienestar de todos los pueblos, el respeto de los derechos humanos y el derecho internacional. Unimos nuestras fuerzas a las de los movimientos sociales y pacifistas de todo el continente para detener esta guerra irracional, llamamos a los ciudadanos europeos a tomar las calles en nombre de la paz y nos solidarizamos con el pueblo de Ucrania que se ve obligado a abandonar sus hogares. Las armas y las guerras deben pertenecer al pasado, ¡el futuro de Europa y de la humanidad debe ser la paz!

La opinión pública europea, como demuestra el Eurobarómetro en cada encuesta, está (de largo) a favor de una Europa de paz, de derechos humanos, de democracia y en contra de las armas nucleares. Más del 85% de los europeos están a favor de todo ello, lo que revela la contradicción entre lo que desean los ciudadanos para el futuro de Europa y las decisiones de los responsables políticos. La crisis actual es una expresión de las profundas contradicciones no resueltas de Europa en materia de seguridad. Desde el final de la Guerra Fría, Europa está formada únicamente por Estados capitalistas. Existen contradicciones imperialistas entre los Estados, amplificadas por su desigual poder económico y militar.

Rechazamos cualquier política que nos devuelva a una política de bloques y a una nueva Guerra Fría. Nos oponemos a la expansión de la OTAN en suelo europeo y a su retórica militar. Europa necesita y quiere una vía pacífica para resolver los conflictos.

NO AL BELICISMO, SÍ A LA DIPLOMACIA

La lucha por la paz tiene una larga tradición en Europa. La izquierda radical ha sido una izquierda pacifista, antimilitarista y anti-imperialista desde sus inicios. Se opone a toda la propaganda chovinista, racista, neocolonialista y que justifica la guerra de los gobiernos, el capital y los medios de comunicación. Oponerse a la creación de imágenes del enemigo no significa aprobar la política de un gobierno. Hacemos un llamamiento a todas las fuerzas progresistas y a los ciudadanos para que alcen la voz por la desescalada. ¡Pedimos el fin inmediato de la retórica de confrontación, así como de las acciones y amenazas militares: al continuar con estas tácticas, la guerra y el conflicto militar amenazan a todo nuestro continente y extienden el sufrimiento del pueblo de Ucrania! ¡La prioridad debe ser siempre detener la guerra!

Los pueblos de Europa saben demasiado bien lo que significa la guerra y sus terribles consecuencias. La UE está sufriendo actualmente debido a la devastadora pandemia de COVID-19 y su catastrófica gestión. Lloramos más de 2 millones de muertos en los últimos dos años. La pandemia afecta a la vida de millones de personas y está reconfigurando las economías. En esta coyuntura, consideramos inaceptable el aumento de los gastos militares, alimentado y justificado por el aumento de las tensiones militares y la retórica belicista. Es un escándalo que durante la actual pandemia letal, los gastos militares aumenten del 1,63% al 2,2% del PIB mundial. Los conflictos militares no son el único desafío para la seguridad de los europeos. Las nefastas consecuencias del cambio climático ya se dejan sentir en nuestro continente y ambas crisis amplifican las desigualdades estructurales en la UE, en Europa y en el mundo. Aunque no está incluido en la mayoría de los acuerdos internacionales sobre el medio ambiente, como el Acuerdo de París sobre el Clima, el complejo militar-industrial es uno de los mayores contaminantes de nuestro planeta y el que más golpea la integridad de la naturaleza. Valiosos recursos que podrían ayudar a erradicar las desigualdades en los sistemas sanitarios y sociales de los países de la UE, así como la renovación y resiliencia de las infraestructuras, se gastan en la perspectiva de una guerra prolongada que sería perjudicial para los pueblos de la UE y de Europa. Esto tiene que parar!

ACABAR CON UNA NUEVA GUERRA FRÍA PARA PREVENIR CUALQUIER GUERRA

No se aprovechó la oportunidad que existía tras el final de la Guerra Fría para crear un sistema paneuropeo de paz y seguridad. Por un lado, la OTAN sigue existiendo, vinculando las políticas militares y de seguridad de 22 de los 27 miembros de la UE a Estados Unidos. Por otro lado, las estructuras paneuropeas e inclusivas como el Consejo de Europa y la OSCE han sido marginadas y apartadas de la percepción pública por la OTAN, el G-7 y la propia UE. La política de seguridad europea se encuentra en una crisis múltiple. Ucrania es sólo uno de los varios focos en los que se está condensando el potencial de conflicto y la gestión diplomática de las crisis individuales en su fase aguda no es suficiente para desactivarlas. Europa necesita una arquitectura de seguridad que tenga en cuenta de forma justa los intereses de todos los Estados europeos. El próximo 50 aniversario de la Conferencia sobre la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) es una oportunidad de renovación y una ocasión para adoptar un Acta Final actualizada que establezca las piedras angulares de la seguridad europea. En el sentido de una diplomacia abierta, los movimientos pacifistas, las ONG y la sociedad civil de toda Europa (y no sólo de la UE) deberían participar en la preparación y la realización de la conferencia no sólo como un programa de acompañamiento, sino como socios en igualdad de condiciones.

Dominar los retos del futuro en paz, sólo será posible si Europa deja la lógica de la Guerra Fría en el pasado y afronta colectivamente el futuro. La UE debe empezar a elaborar una nueva e independiente estrategia de seguridad que incluya a sus vecinos. Los costes insoportables de la guerra los pagan siempre las clases populares. La industria armamentística no debe seguir disfrutando de impunidad, obteniendo ingresos millonarios mientras destruye el planeta y priva a los jóvenes de su derecho a un futuro pacífico. Los jóvenes de Ucrania y Rusia son ahora arrancados de sus familias y enviados a luchar en una guerra que sirve a los intereses oligárquicos y amenaza sus vidas y su futuro. Nos solidarizamos con las familias y los seres queridos de todos los que han sido reclutados por esta guerra irracional y nos oponemos a la mentalidad patriarcal que llama a la violencia.

POR UNA ESTRATEGIA DE PAZ Y SEGURIDAD DE LA UE INDEPENDIENTE

Es imposible hablar de autonomía estratégica de la UE cuando la mayoría de los Estados miembros de la UE son miembros de la OTAN. El desarrollo de una identidad política de seguridad de la UE debe ir de la mano de la disolución de la OTAN y de la retirada de las tropas estadounidenses y, sobre todo, de las armas nucleares. Para una Estrategia de Paz y Seguridad de la UE que sea independiente y, por tanto, para una Europa pacífica, la UE debe liberarse del paternalismo de la política de seguridad de los Estados Unidos. La UE es un actor global. Debe centrarse en alcanzar los objetivos climáticos, liderar una transición socialmente justa de la energía fósil a la energía sostenible, reajustar su política comercial hacia el Sur Global, respetar y aplicar la Convención de la ONU sobre los Refugiados en su política de asilo y refugio. El estatus de miembros neutrales y no alineados de la UE, tal y como se reconoce explícitamente en el Tratado de Lisboa, debería ser revisado, ya que amplía las posibilidades diplomáticas de la UE para desempeñar un papel constructivo en las tensiones que ahora están aumentando.

Hacemos un llamamiento para volver al derecho internacional en el marco de la ONU como base para resolver este conflicto. La OTAN es el único sistema de seguridad multinacional que actúa en la escena internacional violando el mandato explícito de la Carta de las Naciones Unidas. Esto la convierte en una amenaza para la paz, como lo demuestran sus "operaciones" en Europa, Asia y África, que han generado desestabilización, destrucción y retroceso en el pleno ejercicio de los derechos sociales y humanos de los pueblos en las zonas intervenidas.

EUROPA UNA ZONA LIBRE DE ARMAS NUCLEARES

Exigimos que todos los estados europeos se adhieran al Tratado para la Prohibición de las Armas Nucleares, tal y como demandan los pueblos europeos de forma totalmente mayoritaria según cualquier encuesta que se haya realizado sobre el tema. Además, abogamos por una zona libre de armas nucleares y militarmente reducida en toda Europa, desde el Mediterráneo hasta el Mar Báltico y el Mar del Norte, como primer paso hacia una Europa libre de armas nucleares. Exigimos que EE.UU. vuelva a entrar en el Tratado de Fuerzas Nucleares de Alcance Intermedio y que tanto Rusia como EE.UU. se abstengan de volver a entrar en carreras de armamento nuclear rivales. Un mundo sin armas nucleares es un mundo más seguro para todos.

En resumen, pedimos:

  • El cese inmediato del ataque militar ruso a Ucrania. Respetando la soberanía de los pueblos, rechazamos las acciones militares y las amenazas contra un Estado soberano, así como cualquier cambio de fronteras por medio de una agresión militar.
  • El cese inmediato de la retórica y las tácticas belicistas, así como la vuelta a las mesas diplomáticas.
  • La mediación de la OSCE y la ONU para detener cualquier acción militar y desplegar todas las herramientas diplomáticas en el marco legal de la ONU para abordar la redacción y aplicación de un nuevo acuerdo de paz.
  • Que la UE tome la iniciativa y proponga la celebración de una amplia conferencia paneuropea, que incluya a Rusia, sobre la paz y la seguridad colectiva, con el fin de lograr una resolución global de la crisis en todas sus dimensiones. Lo que fue posible durante la Guerra Fría en la Conferencia de Helsinki es aún más necesario hoy.
  • La UE debe reanudar las negociaciones sobre el desarme multilateral y global, incluidas las armas nucleares y de alcance intermedio.

Hacemos un llamamiento a los pueblos de Europa para que se mantengan firmes en los valores de la paz y los derechos humanos, sabiendo que la defensa de la paz es el único camino para transitar hacia un mundo que comparte que la guerra nunca resuelve los conflictos, sino que crea otros nuevos.