Las elecciones presidenciales en Eslovaquia

Zuzana Čaputová, la candidata del partido neoliberal no parlamentario ‘Eslovaquia progresista’, ganó la segunda vuelta de las elecciones presidenciales con el 58% de los votos. Čaputová es la primera mujer en ser presidenta y, a los 45 años, es la presidenta más joven en la historia de Eslovaquia.

Las elecciones presidenciales en Eslovaquia se llevaron a cabo en dos rondas el 16 y el 30 de marzo de 2019. Trece candidatos se presentaron en la primera ronda y los dos más votados en la segunda ronda. En total, 2.1 millones de personas votaron en la primera ronda, con una tasa de participación de 48.74%; Hubo 1,8 millones de votos emitidos en la segunda ronda, con una tasa de participación del 41,79%.
En la primera ronda, cinco candidatos recibieron más del 5% de los votos cada uno. La puntuación de Zuzana Čaputová fue del 40.57%, la de Maroš Ševčovič fue de 18.66%. Fueron seguidos por Štefan Harabin, quien se postuló como candidato independiente sin afiliación política y logró obtener un 14,34%. El político radical derechista Merián Kotleba quedó en cuarto lugar.

  

Los candidatos de los partidos gobernantes

Los partidos que constituyen la coalición gobernante actual (SMER-SD, SNS y Most-Híd) no actuaron como un frente unido y no nominaron a un candidato común.
El Partido Nacional Eslovaco (SNS) no ha nominado a ningún candidato y tampoco ha respaldado a ningún otro candidato, ya sea nominado por otros miembros de la coalición o por otros partidos. Tampoco la columna vertebral de la coalición, el SMER-SD (los socialdemócratas) ha nobrado candidato propio, sin embargo, ha respaldado a Maroš Šefčovič, un comisionado de la UE, quien se nominó a sí mismo en el último momento. Most-Híd (un partido minoritario húngaro que actualmente enfrenta un apoyo electoral en declive) fue el único miembro de la coalición gobernante que nominó a su propio candidato. Sin embargo, su candidato, el veterano político B. Bugar, no tuvo un buen resultado, recibió un modesto 3.1% de los votos y terminó en el sexto lugar.
La posición del SMER-SD gobernante en la nominación fue bastante inconsistente, lo que desafortunadamente es una tendencia a largo plazo. Si bien el partido continúa presentando medidas populares y populistas, su política carece cada vez más de un enfoque hacia la izquierda coherente y persistente, lo que refuerza la oligarquía neoliberal en su intento de convertir el país en un lugar de juego para conglomerados de negocios extranjeros. Por lo tanto, el apoyo absoluto del SMER-SD en el marco de la actual atmósfera social distorsionada creada por los medios de comunicación tradicionales y la lucha entre los conservadores y los neoliberales se convirtió en un "beso de muerte" para cualquier posible candidato. 
Sin embargo, tendemos a creer que el principal problema es en realidad el hecho de que SMER-SD está siguiendo el camino de otros partidos socialdemócratas en Polonia y Hungría (y posiblemente en el ČSSD checo) de abandono gradual de su orientación socialista y de izquierda, en el contexto de las distorsiones sociales.

La derecha radical en crecimiento

El resultado electoral de Kotleba – Kotleba LSNS – Partido de la Gente "Nuestra Eslovaquia" – fue bastante preocupante. Es un partido radical de derecha considerado por algunos con características fascistas. Tiene una representación sustancial en el Parlamento eslovaco (14 diputados) debido al 8% de los votos que recibió en las recientes elecciones parlamentarias. Algunas encuestas preelectorales no han descartado que Kotleba llegase a la segunda ronda, lo que suscitó grandes preocupaciones en algunos sectores sociales. Al final, quedó en cuarto lugar, obteniendo el 10,39% de los votos. A nivel regional, lo hizo mejor en el centro de Eslovaquia, donde obtuvo un 13.92%.

La casi ausencia de una agenda de izquierdas

El único candidato de la izquierda, Eduard Chmelár, obtuvo sólo 58,965 votos (2.74%) en la primera ronda, en parte debido a su imagen controvertida ante los ojos de muchos votantes de izquierda. Se le considera un partidario incondicional de varias minorías, pero como el apoyo a los derechos humanos sigue siendo notablemente abstracto, no ha ganado mucha popularidad, incluso entre el electorado de izquierda.
 

Desafortunadamente, Šefčovič, apoyado por el partido gobernante SMER-SD, ha comenzado a inclinarse hacia una agenda nacional conservadora en lugar de una de izquierda.

El papel negativo de los medios de comunicación

Los temas de la izquierda no han sido cubiertos por los medios de comunicación, incluyendo, desafortunadamente, la radio-televisión pública RTVS (Radio y Televisión de Eslovaquia). Los medios alternativos han prestado cierta atención, pero el alcance público de los medios de la izquierda en Eslovaquia varía de moderado a muy mínimo, especialmente entre las generaciones de mediana edad y los jóvenes. El medio alternativo más seguido es Hlavné správy-Konzervatívny denník, que tiene un fuerte carácter conservador nacional complementado por una tendencia a defender los valores religiosos cristianos. Los medios de comunicación principales combinan de manera extraña su tradicional rusofobia agresiva con las críticas a la UE neoliberal, mientras que al mismo tiempo tratan a la OTAN como a una vaca sagrada que nadie puede tocar.

Pronóstico pesimista para la izquierda

Estas elecciones han significado una mayor disminución de la influencia de los partidos y fuerzas de la izquierda en Eslovaquia y han confirmado la creciente imprevisibilidad de la política neoliberal. Por lo tanto, no se espera que las elecciones parlamentarias, que deberían celebrarse a más tardar a fines de febrero del próximo año, den buenos resultados. Lo más probable es que conduzcan a un punto muerto postelectoral, ya que el SMER-SD, si la tendencia actual continúa, apenas obtendrá más del 20% de los votos, o un se constituirá un gobierno muy fragmentado e inestable. El surgimiento de una nueva entidad de izquierda que tendría la posibilidad de ganar una presencia parlamentaria en el Parlamento no es realista en este contexto. El movimiento "Eslovaquia progresista" es una confección neoliberal desagradable, que se organizó rápidamente para distraer a los votantes de una agenda de la izquierda. Algún aspecto de un cambio prometido sin duda vendrá, pero tendrá un carácter meramente formal, y no habrá nada que aborde los problemas reales del pueblo eslovaco.
Sin embargo, a pesar de los numerosos problemas asociados con el cambio de orientación del SMER-SD, actualmente no existe una alternativa real al mismo en términos de una agenda de la izquierda. El Partido Comunista de Eslovaquia existente es una entidad política insignificante con una influencia mínima. Prácticamente no recibe cobertura de los medios de comunicación mientras que, al mismo tiempo, la derecha radical Kotleba-LSNS, muy criticada, está constantemente en el centro de atención de la prensa convencional. Los radicales Kotleba-LSNS se están rodeando cada vez más de personas que están insatisfechas con el estado actual de la sociedad eslovaca. Aunque el SMER-SD es a menudo criticado por los medios de comunicación tradicionales por su "izquierdismo", la atención que el SMER-SD presta a las entidades de izquierda radical es casi inexistente.

Aunque hay una serie de intelectuales dentro de las filas de la izquierda eslovaca cuya influencia en la sociedad no es despreciable (por ejemplo, a través de varios sitios de izquierda, actividades de publicación, etc.), tienden a carecer de una estructura política más fuerte, así como de una plataforma para desarrollar una visión más amplia de cómo resolver los problemas agudos de la política, la economía, la cultura eslovaca, etc.
El principal problema de la izquierda radical eslovaca es su fragmentación y la ausencia de personalidades prominentes capaces de unir al movimiento. Los resultados de las elecciones presidenciales ciertamente no mejoraron su posición. El resultado de las próximas elecciones al Parlamento Europeo puede dar alguna indicación. Nuestro pronóstico es, sin embargo, bastante pesimista basado en el estado actual de la izquierda eslovaca.

Traducción: José Luis Martínez Redondo