Madrid, dominada por la ultraderecha, sigue gritando ¡No pasarán!

El pleno del Ayuntamiento de Madrid aprobó el pasado 30 de octubre que se celebre el 23 de agosto el “Día Europeo Conmemorativo de las Víctimas del Estalinismo y del Nazismo, para que se rinda homenaje a las víctimas de los regímenes comunista y nacionalsocialista, y otros regímenes totalitarios y autoritarios”, a raíz de una iniciativa de Vox.

Vox, que si bien no forma parte del equipo de gobierno de la ciudad, conformado por los partidos de la derecha (Partido Popular y Ciudadanos), es imprescindible para alcanzar mayoría suficiente frente a los partidos de izquierda en el consistorio.

La iniciativa de Vox ha tomado como referencia expresa la resolución del Parlamento Europeo del pasado 19 de septiembre, sobre la importancia de la memoria histórica europea para el futuro de Europa. La resolución ha sido aprobada por el estrecho margen de un voto de diferencia, ya que han votado a favor todos los partidos de la derecha y en contra los de la izquierda.

No está de más recordar que el portavoz de este grupo en el Ayuntamiento de Madrid, Javier Ortega Smith, se ha destacado por mantener un discurso agresivo contra las victimas del franquismo, los extranjeros o de la violencia machista, de los que tendrá que responder por varias acciones penales interpuestas en su contra.

En concreto, en referencia al caso de las Trece Rosas, un grupo de mujeres menores de edad militantes de las Juventudes Socialistas Unificadas, fusiladas por la dictadura franquista en la madrugada del 5 de agosto de 1939, ha llegado a decir en una entrevista a televisión que “torturaban, asesinaban y violaban impunemente”; afirmación ausente de toda base real (ni siquiera en los terroríficos expedientes de los tribunales de la dictadura se les acusaba de estos hechos), formulada con la única intención de ofender a las víctimas y establecer un discurso de equidistancia, muy del estilo del que se extrae de la resolución del Parlamento Europeo.

Nos enfrentamos, por lo tanto, a una actuación premeditada, que responde a un proyecto de revisionismo histórico con la clara finalidad de blanquear la dictadura franquista. En este sentido, el Ayuntamiento de Madrid ha vuelto a cometer un nuevo agravio a las víctimas del franquismo el pasado 25 de noviembre, al arrancar las planchas con los nombres de los casi 3000 fusilados en el Cementerio del Este, en una actuación unilateral que ha provocado una repulsa e indignación reiterada.

En paralelo a estas actuaciones desde medios oficiales, están proliferando en la ciudad de Madrid las agresiones y actuaciones vandálicas por razones de odio, como el reciente ataque al monumento dedicado a las Brigadas Internacionales en el distrito de Vicálvaro o la destrucción de una placa en memoria de la Pasionaria en el vecino municipio de Rivas Vaciamadrid.

La relación causal entre la resolución del Parlamento Europeo y estos hechos es evidente. Se alientan de un mismo intento de revisar la historia, obviar el papel del antifascismo en la construcción democrática y criminalizar el comunismo.

Como señalaba el PCE en una reciente declaración con motivo del aniversario del fallecimiento de la Pasionaria:

 “…hoy se pretende tergiversar la historia, como hemos visto con una reciente resolución del Parlamento Europeo con un anticomunismo que insinúa medidas para ilegalizarnos. Como demostraste en tu vida no hay que tenerles miedo. Pretenden celebrar el fin del comunismo, pero no hacen más que hablar de él. No es una casualidad. Hoy, cuando estamos a las puertas de una nueva crisis capitalista, lo que pretenden es neutralizar cualquier alternativa con el descrédito y la infamia, pero no son las declaraciones oficiales o la voluntad de los gobernantes las que mueven la historia, sino el compromiso de las mujeres y los hombres por mejorar su realidad cotidiana.”

El Gobierno de la Ciudad de Madrid está en manos de la derecha y la extrema derecha, por poco tiempo, porque en la ciudad del No pasarán ya hay una mayoría social que está saliendo a la calle para enfrentar estas medidas retrógradas y las políticas neoliberales que se pretenden imponer. La memoria de los luchadores antifascistas estará presente en todas ellas.