El 2 de diciembre se celebraron las elecciones en Andalucía, región del sur de España, y el resultado marca un punto de inflexión en el ciclo electoral que se abre en el país.
La caída del apoyo Partido Socialista Obrero Español (el PSOE lleva gobernando en Andalucía desde 1982, primeras elecciones autonómicas de la democracia reciente), la alta abstención y la irrupción de una nueva fuerza de extrema derecha con un 10,97 % de los votos suponen nuevos elementos con los que enfrentar las próximas elecciones municipales, autonómicas y europeas.
Cada vez que se trataba de caracterizar el ascenso de la extrema derecha en Europa, se señalaba la excepción española de no contar con un partido de ultraderecha con fuerza suficiente para ser considerado a nivel político – electoral. La extrema derecha estaba integrada en el Partido Popular, que integra diversas familias conservadoras que van desde la tradición clásica democristiana hasta nostálgicos del régimen dictatorial franquista. Desde el día 2 de diciembre, tras las elecciones andaluzas, ya no es así. La primera cita electoral del nuevo ciclo que se abre y que tendrá en el próximo año convocatorias a nivel municipal, autonómico, estatal y europeo, ha supuesto la entrada con fuerza de Vox, un partido de ultraderecha que se referencia en el Frente Nacional francés y que ha conseguido entrar con un 10,97% de los votos (en 2015 sacó el 0,45%) y 12 parlamentarios.
Cinco fuerzas políticas han obtenido representación parlamentaria en Andalucía:
Aunque la irrupción de la extrema derecha puede ser el elemento más llamativo a nivel europeo, son varios los factores que marcan el inicio de un nuevo ciclo político en España y que suponen un reto en el corto plazo para la acción de las fuerzas progresistas:
Vox entra además dentro de la tendencia global de ascenso de fuerzas de extrema derecha apadrinada por Steve Bannon que combina un discurso anti-europeísta con una defensa del modelo capitalista en clave nacionalista. Por ahora, la presencia de Vox entre sectores populares es marginal, pero eso no quiere decir que su estrategia futura no sea disputar los espacios más castigados por la crisis económica.
No obstante, el resultado de Adelante Andalucía no es nada desdeñable en términos políticos para una fuerza que ocupa el espacio de la izquierda radical en Andalucía. 17 diputados y un 16,18% de los votos suponen un buen punto de partida para afrontar un nuevo ciclo electoral marcado por un crecimiento del bloque conservador con la presencia de un nuevo actor que ocupa el espacio de la extrema derecha.
La situación es fuente legítima de preocupación para la izquierda en España. Sin embargo, no es el momento de conclusiones precipitadas ante un cambio de fase en el escenario político español. El próximo mes de mayo tenemos una jornada de elecciones municipales, europeas y de algunas comunidades autónomas. El posible adelanto electoral para el Gobierno del país está en la agenda de todos los partidos políticos. La crisis de régimen sigue abierta en España pero depende de cómo reaccionen los diferentes actores del tablero político que se cierre en un sentido o en otro.
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Referencia
[1] Cinco Días, El vuelco electoral en Andalucía deja la Junta al alcance de la derecha, 3 Dec. 2018;