Debates fructíferos y mucho aire fresco

Este año, la Universidad de Verano del Partido de la Izquierda Europea se realizó en Chianciano, en Italia, del 20 al 24 de julio. Durante los tres días, los participantes discutieron sobre tres temas clave: Europa, paz y trabajo. Más de 260 personas de 31 países se inscribieron en la Universidad de Verano del PIE de este año que fue particularmente productiva, con participantes procedentes de toda Europa y de lugares tan lejanos como el Oriente Medio, África del Norte y América del Sur.

El statu quo: Malas previsiones para Europa

La Universidad de Verano inició con un homenaje a Carlo Giuliani y una conmemoración de los sucesos de Génova en 2001. En aquel entonces, nuestra crítica se centró en un modelo económico globalizado que nos unió para crear finalmente el Partido de la Izquierda Europea. La Universidad de Verano se realizó este año en una situación de grave inestabilidad, y con la Unión Europea enfrentando una situación difícil
Ahora nos encontramos siendo miembros de una UE que parece estar dividida entre dos conceptos opuestos. Por un lado una UE que no quiere dar respuesta a los movimientos de justicia y redistribución social, que no quiere abandonar la austeridad, que aplica nuevos recortes y refuerza el poder de control ejercido por las instituciones europeas, llevando a cada vez más gente a la pobreza aparentemente interminable.
Por otro lado una UE que, ante el reto de los migrantes y refugiados, ve que la gente regresa hacia el nacionalismo y la búsqueda de la soberanía nacional que siente que se ha perdido en el camino de la integración europea actual. El Brexit y los muros de Victor Orban nos han obligado a pensar largo y tendido acerca de la naturaleza y el carácter de la UE.
Ahora está claro que la UE tiene una línea dura con los débiles – como fue el caso de Grecia y como ahora se ha intentado con Portugal y España -, pero al mismo tiempo es blanda frente a los fuertes. Como es el caso con el Reino Unido, Alemania, con su excedente económico y la deriva hacia la xenofobia y el nacionalismo. Estas son las razones por las que la mayoría de los ciudadanos de la UE ya no creen que esta integración sea beneficiosa.
Por lo que no se puede ignorar la posibilidad de la desintegración y el colapso de la UE. Se debe reformar la Unión Europea que se basa y gira en torno a una cultura de la competitividad y del dogma del neoliberalismo, que expropia los bienes comunes y desmantela el sistema de bienestar. En tan sólo unos pocos años, se han anulado los derechos y el progreso garantizados por las luchas sociales y sancionados por nuestras constituciones. Unos derechos y un progreso que nos sacaron de un siglo de guerras.
Existe un riesgo real de que, a pesar de las malas decisiones hechas por clases dominantes de Europa, las únicas soluciones para el cambio sean proporcionadas por la derecha. La responsabilidad de evitar un retorno al siglo pasado, cuando disparábamos el uno al otro desde las trincheras, tal y como afirmó Paolo Ferrero en su presentación, es una carga pesada y condiciona las decisiones que tenemos que tomar juntos.
En última instancia, la izquierda europea debe dar una respuesta a una situación difícil, y debe hacerlo sin tener la capacidad de fuego necesaria para imponer un cambio a nivel europeo. Ahora nos encontramos en un punto de inflexión que también afecta al Partido de la Izquierda Europea, que hasta ahora se ha unido en contra de esta tendencia, pero que es incapaz de construir una propuesta unificada para una Europa alternativa.

La Universidad de Verano del PIE de 2016

La Universidad de Verano, por lo tanto, tenía la necesidad de sostener debates abiertos y  libres de prejuicios, sin dejar de ser francos y capaces de llegar al quid de la cuestión.
De hecho, es por eso que tomamos la decisión de debatir los temas en cuestión y, en mi opinión, podemos decir que los días fueron fructíferos. Que culminaron en el establecimiento de las bases para el próximo congreso del Partido de la Izquierda Europea que tendrá lugar en Berlín en diciembre.
Hemos dedicado los días de la Universidad de Verano a tres cuestiones fundamentales: Europa, el trabajo y la paz, con el fin de enfocar y dirigir los seminarios y talleres hacia la obtención de un mayor conocimiento sobre los temas que serán decisivos en la construcción de una solución alternativa.
Más de 260 personas de 31 países se inscribieron en los tres días, con participantes procedentes de toda Europa y de lugares tan lejanos como el Oriente Medio, África del Norte y América del Sur.

Día 1: Europa

Después de la tarde de apertura, durante la cual se presentó un análisis de la situación en Europa y el papel de la izquierda, el trabajo continuó con el día dedicado a Europa. Las presentaciones mostraron la diversidad de enfoques culturales y políticos que componen la izquierda europea. Creo que el debate fue muy útil, ya que nos permitió romper las barreras y posiciones preestablecidas que a menudo excluyen todo lo demás. En realidad las diferencias existentes parten de la convicción compartida de la necesidad de "romper" con esta Unión Europea. Este punto de vista, que fue presentado por Paolo Ferrero y Fabio De Masi con diferentes enfoques, mostró que la discusión debe continuar y profundizarse.
Por un lado, el representante de Die Linke planteó la cuestión de si es posible proporcionar una respuesta inmediata a la crisis de la UE, lo que sugiere que no debemos dejar que la derecha monopolice la cuestión de la soberanía nacional. Ferrero, por su parte, afirmó que el inicio de la ruptura del movimiento obrero europeo se debió a la guerra que los socialistas también aprobaron. Según el secretario de Refundación Comunista, y con el fin de construir una nueva forma de trabajar juntos y una estrategia para el PIE, en primer lugar, es necesario definir una "tercera vía", usando la definición de Enrico Berlinguer. Sin embargo, la necesidad de "ruptura" sigue siendo la premisa que une a todas las proposiciones presentadas y es el punto de partida a partir del cual el PIE puede construir una alternativa en un futuro próximo.
Otro tema de debate de la jornada fueron las sugerencias en el informe de los cinco presidentes. Aquí todos estaban de acuerdo que deben ser devueltos al remitente, aunque por motivos diferentes.
El debate durante el primer día demostró que existe una necesidad de proponer una alternativa a la construcción europea actual sin seguir a la derecha por la vía del  nacionalismo. Una propuesta que – aunque es difícil de transmitir a los pueblos, que ahora están cansados y divididos entre la lealtad ciega y un deseo de rechazar el nacionalismo – sea el punto de partida claro para un nuevo comienzo. De hecho, las dos visiones, por un lado la que sostiene que "no hay alternativas" y la otra relacionada con el resurgimiento del nacionalismo se retroalimentan, pero no proporcionan una respuesta a la crisis económica y social desde la izquierda.
La estrategia está todavía abierta para el debate que debemos abordar en el Partido de la Izquierda Europea. También queda todavía trabajo en torno a cuáles herramientas serán necesarias para ampliar el frente del cambio.

Día 2: Trabajo

Poner fin a la situación actual, donde las reglas se aplican a algunos, pero no a todos, aumentar la solidaridad entre los pueblos y entre los trabajadores, incluso mediante la introducción de un salario mínimo europeo, defender la negociación colectiva y revisar el papel del Banco Central, abriendo el camino a las intervenciones públicas en lo económico, son sólo algunas de las principales propuestas inspiradas en el segundo día dedicado al trabajo y a las condiciones de las economías locales. Fue un debate en el que participaron, entre otros, Pierre Laurent, presidente del Partido de la Izquierda Europea, Gianni Rinaldini, secretario de la FIOM CGIL y el ministro griego del trabajo, Georgios Katrougalos, cuyas propuestas estaban muy acercadas.
En la sesión dedicada a los acuerdos de libre comercio, el debate puso de relieve dos cuestiones críticas principales. La primera es que, mientras que nosotros tenemos que continuar con la lucha para detener el TTIP y el CETA, se presta muy poca atención a los tratados impuestos por Europa a los países del norte de África. El segundo es la falta de colaboración efectiva entre los movimientos de la sociedad civil y los movimientos de auto-organización y las estructuras formales de los partidos y sus representantes institucionales.
En la sesión sobre políticas industriales europeas, el trabajo que realiza transform! europe tuvo un papel central. Una vez más, hubo diferentes puntos de vista durante la discusión de un nuevo modelo industrial y económico, en particular en relación con el papel de la moneda única. La opinión se dividió entre aquellos que, como Domenico Moro, ven en la salida del euro y la devaluación de la moneda nacional una forma para que los estados regulen su propia economía y los que, por el contrario, creen que la creación de políticas públicas europeas es la solución potencial para este problema.

Día 3: Paz

Las propuestas principales del tercer día, que se centraron en la paz y el papel de la UE en los distintos contextos y en las relaciones de vecindad, giraban en torno a dos temas principales: por un lado, la necesidad de luchar contra la idea de una superpotencia en el Mediterráneo, Oriente Medio y a lo largo de las fronteras orientales, y a favor de una revisión radical del papel de la OTAN, entre otras cosas. Por otro lado, la reconsideración del tema de los migrantes y refugiados, junto con la creación y el fortalecimiento de los derechos civiles y sociales.
Una contribución particularmente interesante en esta sesión fue la del representante del partido turco de la izquierda que nos habló sobre las dificultades de los militantes de la izquierda en el país en los días posteriores al intento de golpe y sobre la necesidad de reconsiderar la negativa a las políticas de ingreso que la UE ha delegado en gran medida a Turquía
La sesión final se inició con una dedicación a Elisabeth Gautier que fue apropiada y conmovedora. Un auténtico pilar de transform! europe y un símbolo de la ciudadanía que trasciende las fronteras nacionales, que fue una de las grandes activistas de la amplia y diversa izquierda europea. Esta fue la primera vez que la Universidad de Verano se realizó sin Elisabeth.
Se presentaron una serie de interesantes propuestas durante la sesión de clausura, entre las cuales se encontraba la sugerencia de pedir una declaración del Parlamento Europeo sobre el nombramiento de Barroso, ex presidente de la Comisión Europea, como director no ejecutivo del banco de inversión Goldman Sachs. También se presentaron distintas iniciativas para su debate en el próximo congreso del Partido de la Izquierda Europea para continuar y reforzar la construcción de un amplio frente anti-austeridad. La sugerencia de un foro permanente es particularmente pertinente. Se reuniría una vez al año con el apoyo del Partido de la Izquierda Europea y proporcionaría una oportunidad para el intercambio y permitiría la formación de una relación con los otros movimientos que están a nuestro lado en la lucha por cambiar Europa y llevar el progreso a nuestro continente. Esto se combina con la creación de nuevos grupos de trabajo temáticos o el fortalecimiento de los existentes dentro del partido
Además, se recibió la iniciativa italiana de una membrecía individual en el Partido de la Izquierda Europea como una forma de participación directa en la política a nivel europeo.

La construcción de una izquierda revitalizada

A lo largo de los días de la Universidad de Verano, se propusieron una serie de libros importantes, el primero fue ‘La siniestra radicale in Europa. Italia, Spagna, Francia e Germania‘ [La izquierda radical en Europa. Italia, España, Francia y Alemania] de Marco Damiani, que proporciona un punto de partida para una discusión interesante sobre el perfil político de la izquierda en Europa. El segundo trabajo presentado fue el de Ivan Nardone titulado ‘C’è rimasta La Ragione … .Una storia operaia’ [La causa se mantiene…La historia de obrero], que sigue las luchas y derrotas del movimiento obrero de Fiat en la década de 1980. También se presentó una edición especial en lengua italiana del anuario de transform! de 2016. El libro contiene artículos sobre los temas que se debatieron en el evento y fue bien recibido.
Como siempre, las discusiones de la Universidad de Verano fueron acompañadas por actos sociales que permitieron a los participantes conocerse mejor entre sí y que ofrecen la oportunidad de explorar el entorno y la cultura de la región, incluyendo una visita guiada a la Piazza del Campo en Siena.
Una vez más, transform! europe jugó un papel importante y significativo: ayudando a crear los seminarios y a organizar a los participantes y también a través de su presencia y su contribución a los debates.
Con seguridad podemos decir que hemos llegado lejos en estos días y que hemos renovado el entusiasmo y adquirido una mayor conciencia sobre las posibilidades para la construcción de una izquierda verdaderamente europea. Teniendo en cuenta mi experiencia en las últimas Universidades de Verano, creo que este año fue uno de los más exitosos desde el punto de vista de los debates y de la contribución que la Universidad de Verano ha hecho para reforzar el Partido de la Izquierda Europea.
Traducción: José Luis Martínez Redondo