La crisis provocada por la extensión del Coronavirus por todo el Planeta ha puesto de manifiesto todas las contradicciones, limitaciones y deficiencias del modelo de un capitalismo neoliberal, depredador e insolidario, que no puede hacer frente a un desafío tan profundo como son las consecuencias de una Pandemia.
Celebramos este V Foro en un momento en el que es más necesario que nunca la cooperación y colaboración fuerzas Verdes, Progresistas y de la Izquierda Europea en la medida.
Durante la crisis, las desigualdades entre clases sociales no han dejado de crecer, la pobreza no ha dejado de aumentar, los ingresos de los trabajadores han disminuido, el desempleo y la precariedad han aumentado. Al mismo tiempo, la riqueza se está concentrando de una manera cada vez más exacerbada en manos de multinacionales y un pequeño número de multimillonarios.
La respuesta de la derecha sigue siendo privatización y desmantelamiento de servicios públicos con un sistema de cuidados débil que recae sobre las espaldas de las mujeres y acosta de sus vidas, llevando al Planeta a una situación de emergencia climática, destruyendo habitad naturales y poniendo en peligro la biodiversidad.
En un momento en el que nos jugamos la pura supervivencia ante la que los Pueblos de Europa tienen que movilizarse poniendo en valor la contradicción capital / vida en la lucha contra la desigualdad y la emergencia climática debe situarse como prioridad de las fuerzas verdes, progresistas y de la izquierda europea, porque estamos iniciando la última década en la que podemos evitar el desastre y debemos demostrar sentido de urgencia ante la amenaza real y cada vez más inminente que supone el cambio climático y la falta de corresponsabilidad en los cuidados.
Una parte importante de las medidas pasan por un mayor control de las grandes empresas y del sector financiero que sigue expuesto al riesgo climático sin control. Pero al mismo tiempo, debemos corresponsabilizarnos del hecho de que muchos de los cambios imprescindibles pasan por cambios sin precedentes en los patrones de producción, consumo, movilidad, cosa que impactará y transformará inevitablemente en nuestra cotidianidad. Ante todo, ello, debemos defender un modelo de transición justa, en el qué los costes del cambio hacia el nuevo modelo no caigan únicamente en las personas con menores ingresos y en el que se garanticen las políticas y los recursos suficientes para que las políticas climáticas no incrementen la desigualdad social.
Desde nuestra defensa de una Europa de progreso rechazamos la privatización como mecanismo para “fortalecer” el sistema financiero y económico, por el contrario, consideramos que es el momento de la regulación estatal en determinadas esferas socioeconómicas, al tiempo que señalamos que, la transición climática sólo podrá alcanzar sus objetivos si se compromete a reconstruir la soberanía alimentaria e industrial de los europeos, rompiendo con el modelo de libre competencia ultraliberal y de maximización de la rentabilidad financiera. Sólo será posible si vuelve a situar el desarrollo social y la creación de empleos decentes para todos en el centro de los objetivos de la construcción europea, frente a la lógica actual de la precarización.
Las actuales reglas fiscales establecidas deben ser reemplazadas por otras nuevas que garanticen aspectos sociales y ecológicos y la reorientación de toda la financiación, en particular la del BCE, hacia estos objetivos, es por tanto un imperativo por el que pretendemos hacer campaña.
De manera especial resaltamos el papel que la economía social debe tener en la reconstrucción Europea por lo que representa de economía solidaria, de gestión democrática, de articulación del territorio e implicación con el entorno en el que viven las personas que forman las empresas cooperativas o de otras formas jurídicas como las sociedades laborales o empresas participadas en las que las personas asalariadas tienen el control accionarial de la empresa y la decisión sobre su actuación.
La lucha por la justicia fiscal se ha demostrado más transfronteriza que nunca. En una economía global y cada vez más digitalizada, donde hay más concentración de la riqueza en manos de unos pocos, debemos articular una respuesta compartida tanto a nivel global como europeo para garantizar que las grandes empresas paguen lo que les corresponde de impuestos y que los individuos más ricos no puedan esconder sus bienes. Esto es imprescindible para garantizar la redistribución, el bienestar y unos servicios sociales suficientes.
Al mismo tiempo, quienes participamos en este V Foro somos conscientes de que en estas circunstancias el futuro del mundo es incierto, por lo que manifestamos una gran preocupación por una dinámica global de repliegue nacional e identitario de características insolidarias, racistas, misóginas y xenófobas, que en Europa ha cristalizado en algunos países con gobiernos autoritarios (Polonia, Hungría, Eslovenia…). Todo ello está poniendo en grave peligro derechos y libertades fundamentales, como la igualdad de género, los derechos de los colectivos LGTBI+ o la libertad de prensa y de cátedra. Alertamos del riesgo de que estas dinámicas se extiendan a otros países europeos donde está avanzando la extrema derecha.
Al tiempo que afrontamos las consecuencias sociales y económicas de la crisis, comprobamos como el aumento de la tensión internacional dispara la carrera armamentística y puede provocar la división de los Estados en Bloques enfrentados militar y económicamente, con imprevisibles consecuencias para el futuro de la vida en el Planeta, por lo que planteamos la necesidad de que los pueblos de Europa seamos solidarios y luchemos por la paz, por un sistema de relaciones internacionales justo, en el que la Unión Europa y el resto de Estados poderosos dejen de explotar las debilidades de las economías de los países en vías de desarrollo.
Desde esta perspectiva abogamos por una política de desarme que permita trasladar gastos militares a gastos sociales mediante una auténtica cooperación mutuamente beneficiosa en el ámbito comercial y económico, por aumentar la ayuda europea a los países en desarrollo, lo que permitiría poner en marcha una iniciativa de cooperación internacional destinada a garantizar que todos disfruten del conjunto de los derechos humanos, apoyar a las personas obligadas a abandonar su lugar de nacimiento y a aquellas que han sido forzadas y engañadas por las redes de trata, garantizando el derecho de asilo en el marco del derecho internacional incluido en la Carta Fundacional de las Naciones Unidas y las convenciones internacionales, basados en la libertad, la justicia, la solidaridad, las necesidades humanas en las condiciones de la era de la información y la cuarta revolución industrial.
En el desarrollo de unas relaciones internacionales que respeten la legalidad internacional desde el pleno respeto a la Carta Fundamental de las NN.UU nos sumamos a los acuerdos internacionales que demandan el levantamiento inmediato del Bloqueo que los EE.UU. mantienen contra Cuba y otros países, de manera que se ponga fin a políticas injerencistas contrarias al derecho internacional. En este sentido saludamos la recuperación de la democracia en Bolivia en el año 2020, tras un golpe de Estado que desató odio, persecución y racismo, y rechazamos enérgicamente cualquier intento de desestabilización contra el gobierno constitucional del Presidente Luis Arce con acciones fascistas que pretenden destruir los grandes avances sociales logrados y la recuperación económica del país. Con ello, apoyamos el Estado de Derecho y la Democracia, como elementos ineludibles para el relacionamiento internacional.
De la misma manera, mostramos nuestra preocupación por la situación de recorte de libertadas y represión sistemática contra la Oposición que se está produciendo en Turquía.
En estos momentos de crisis las Fueras Políticas, Sociales y Sindicales que participamos en este V Foro, respetando la diversidad y pluralidad que representamos hacemos un llamamiento para unir fuerzas en afrontar juntos el reto común de implicar la voluntad soberana de los pueblos de toda Europa en una amplia acción en defensa de una Europa socialmente avanzada, ecológicamente sostenible, solidaria e igualitaria que conjugue la seguridad económica y social con la alimentaria y la medioambiental en paz y solidaridad, para ello hacemos una llamada a superar definitivamente la etapa de la austeridad en Europa, que no se retiren de forma prematura las ayudas sociales y estímulos dirigidos a paliar los efectos del COVID-19 y que se concentren en aquellos sectores más vulnerables de nuestra sociedad, especialmente en las mujeres que son las más empobrecidas y las más duramente afectadas por la pandemia.
En consecuencia, quienes nos reunimos en este V Foro de Fuerzas Verdes, Progresistas y de la Izquierda, manifestamos nuestro compromiso de defender una movilización popular en defensa de la reconstrucción medioambiental, feminista, social y económica de Europa desde el respeto a la soberanía popular, uniendo recursos para construir una Europa plenamente democrática, solidaria, igualitaria y socialmente avanzada, para lo que planteamos:
Finalmente, quienes hemos participado en este Foro desde nuestras referencias verdes, progresistas, de izquierdas, hacemos un llamamiento a fuerzas sociales, políticas y sindicales para reforzar la colaboración y coordinación para impulsar una movilización popular que haga a las fuerzas de la extrema derecha europea que están explotando los miedos e inseguridades de grandes sectores de la sociedad, alimentadas por delirios indiferentes, xenófobos, racistas, patriarcales y autoritarios.
De esta manera, junto a esta Declaración Final del V Foro Europeo, presentamos un Plan de Acción, elaborado con las iniciativas que se han planteado desde las distintas Asambleas talleres y Paneles, que se propone activar la movilización social para conseguir que Europa tenga un papel protagonista en la defensa de un futuro en el que todos los seres humanos puedan disfrutar de todos los Derechos Humanos en Paz, Igualdad, libres y en armonía con la Naturaleza.
Publicado originalmente en el website del Foro Europeo.
Originally published on the website of The European Forum.