Saludos feministas

Un cordial saludo a todas las mujeres, a quienes luchan por un mundo con justicia de género en el que hombres y mujeres puedan vivir en paz, con derechos sociales, libertad y auto-determinación.Especialmente este año, demandar paz es crucial. La guerra hace estragos, también en Europa, y estamos amenazados por la posibilidad de una terrible

Un cordial saludo a todas las mujeres,

a quienes luchan por un mundo con justicia de género en el que hombres y mujeres puedan vivir en paz, con derechos sociales, libertad y auto-determinación.
Especialmente este año, demandar paz es crucial. La guerra hace estragos, también en Europa, y estamos amenazados por la posibilidad de una terrible escalada: el uso de armas nucleares. Las reacciones a los efectos de la guerra también amenazan con traer más hambre y sufrimiento, así como una nueva escalada de la catástrofe climática. Los ya escasos logros en la lucha contra la catástrofe climática corren el riesgo de ser revertidos, otra vez.

Nada puede haber sin paz. Pero la paz dentro del capitalismo es frágil porque los antagonismos de clase y la acumulación de capital en los que se basa nuestra sociedad permanecen, incluso cuando se silencian las armas; al igual que el patriarcado, es decir, los modos de producción y de vida que producen constantemente las múltiples opresiones de las mujeres.

Por lo tanto, nosotras, como izquierdas radicales de Europa, defendemos una buena vida para todas las mujeres, libre del miedo al futuro, libre del hambre, la necesidad, la guerra y la catástrofe climática, en paz y con derechos sociales.

Sabemos que esta utopía sólo puede hacerse realidad en una sociedad radicalmente diferente. Por ello, nuestra “realpolitik” se guía por el esfuerzo en conseguir:

– la participación igualitaria de las mujeres en todos los ámbitos de la sociedad, la igualdad consecuente de las mujeres en el trabajo, en la política, en el sistema educativo, en los medios de comunicación;

– salarios mínimos interprofesionales;

– a igual trabajo, igual salario;

– reparto equitativo del trabajo reproductivo y de cuidados entre hombres y mujeres;

– protección efectiva para aquellas mujeres que sean víctimas de la violencia, sabiendo que la discriminación, la misoginia y la violencia surgen de la desigualdad material y simbólica;

– permitir la autodeterminación sobre el propio cuerpo, lo que incluye el derecho al aborto;

– la igualdad, independientemente del género y de la orientación sexual, de las mujeres, los hombres, los transexuales, los intersexuales y las personas no binarias, sin plantear un género o una determinada forma de vida como la norma. La familia es el lugar donde las personas se responsabilizan unas de otras, independientemente de la forma de comunidad en la que vivan;

– una reducción radical del tiempo de trabajo, con mantenimiento del mismo salario;

– el tiempo autodeterminado, que permite -como ha defendido Frigga Haug- tener tiempo suficiente para el trabajo en beneficio de la sociedad, tiempo para la familia y los amigos, para la actividad política y, sobre todo, para el ocio.

Las relaciones de género son relaciones de producción. Una buena vida para todas las mujeres significa superar el capitalismo y el patriarcado.

¡Les deseamos a todas un militante Día Internacional de la Mujer militante!

Para más información:

 – Walter Baier, Rosa Luxemburg: Utopian or Explorer? (inglés)

 – Holger Politt, Socialismo del Movimiento Obrero de Rosa Luxemburg

 – Michael Brie, Show Us the Wonder! Where Is Your Wonder? (inglés)