El feminismo debe ser parte integrante del marxismo

‘Construir puentes – cambiar y fortalecer visiones – explorar alternativas’ – bajo este título se celebró la segunda edición de la Conferencia Marxista-Feminista del 7 al 9 de octubre en la Academia de Bellas Artes de Viena con 500 participantes de 29 países de todos los continentes.

El evento se preparó y organizó de manera conjunta por una amplia alianza de organizaciones feministas y progresistas, junto con transform! europe, que se encargó en gran medida de proporcionar las condiciones técnicas.

Sin embargo, el evento sólo se pudo realizar gracias al esfuerzo de muchas voluntarias feministas de la red feminista de Austria (véase el folleto del programa adjunto) y de la Plattform 20.000 Frauen.

A diferencia con la primera edición de la conferencia el año pasado esta vez fue posible asegurar también una participación significativa de Europa Central, Oriental y del Sur.

Para más detalles leer el artículo de Brigitte Theissl, originalmente publicado en Der Standard (edición online). Puede encontrar los resúmenes en el folleto del programa adjunto (pdf). Pronto estará disponible el enlace con los videos de las mesas.

El feminismo debe ser parte integrante del marxismo

Por Brigitte Theissl

La Segunda Conferencia Internacional sobre el marxismo-Feminismo reunió en Viena a teóricas y activistas de la izquierda de todo el mundo.

Conceptos tales como "liberación de la mujer" y "relaciones de subordinación" sólo se tratan muy raramente en los textos de los estudios de género modernos. "Ser un marxista feminista significa en mi entorno ser un dinosaurio", estas fueron las palabras utilizadas por una activista sueca en la última sesión plenaria de la Conferencia de Viena. Sus preocupaciones sobre la desaparición total del feminismo marxista – o el marxismo feminista – parecían un tanto infundadas por lo menos a la vista del interés que despertó este evento: unas quinientas personas, entre ellas un buen número de estudiantes, se registraron para los tres días de la conferencia en el Atelierhaus de la Academia de Bellas Artes. El año pasado hubo un interés similar en Berlín, donde se celebró el congreso por primera vez, iniciado por Frigga Haug. 

Teoría y práctica

El denso programa de la conferencia se dividió en dos bloques, por un lado, la teoría marxista-feminista y, por el otro, la organización. En los dos bloques, que se desarrollaron paralelamente, investigadoras y activistas de Europa, pero también de Argentina, Brasil, EE.UU., Sudáfrica y Australia presentaron sus análisis, entre ellas había intelectuales de renombre como Gayatri Spivak, teórica del poscolonialismo y profesora de la Universidad de Columbia en Nueva York, y Nira Yuval-Davis, profesora de la Universidad de Londres. Debido al alto nivel de las reflexiones teóricas, los participantes que no estaban familiarizados con todos los detalles de los escritos de Karl Marx, Rosa Luxemburgo, Antonio Gramsci y otros pensadores de la Escuela de Frankfurt, a veces tuvieron dificultades para seguir los debates – pero la conferencia no tenía como objetivo realizar un debate para lograr una acción política concreta.

Ya en Berlín se habían escuchado críticas sobre la cantidad excesiva de teoría, una crítica a la que Frigga Haug respondió con la necesidad de reforzar la teoría marxista-feminista como herramienta para la transformación de la sociedad. En la conferencia se debatieron conceptos de trabajo y el trabajo de cuidados, las cuestiones de la interseccionalidad, el nuevo materialismo y el ecofeminismo al igual que los análisis marxistas-feministas sobre la maternidad, el antifundamentalismo y el anti-racismo, la ilegalidad, la educación y la islamofobia sexista. En el bloque "Organización feminista más allá de Europa" en particular, en el que las activistas informaron sobre las luchas feministas en Turquía y la organización de las mujeres en los sindicatos en Brasil, faltó tiempo para buscar puntos comunes entre los distintos países. Feride Eralp del Colectivo Feminista de Estambul, que fue voluntaria durante la guerra en Kobane en la ciudad fronteriza de Suruç, lanzó en su discurso las preguntas de cómo la guerra y la masculinidad se retroalimentan y el aspecto que puede tener la resistencia de las mujeres en una sociedad marcada por una "política transfronteriza de odio" dominante.

Manifiesto marxista feminista

Frigga Haug, ex profesora de sociología, presidente del Instituto de Berlín para la teoría crítica y miembro del partido Die Linke, ha estado trabajando durante décadas para conciliar el marxismo y el feminismo, o, dicho de otra manera: para hacer productivas las tensiones existentes entre ellos. Para ella, el feminismo sin una crítica del modo de producción capitalista es tan inconcebible como el marxismo con exclusión de un análisis de las relaciones entre los sexos. "Está claro que las relaciones de género son relaciones de producción, no una adición a ellas". Esta es la tesis tres de un manifiesto elaborado por Haug y discutido en la conferencia de Viena.

Este manifiesto deberá ser la base de una futura cooperación y comprensión y deja claro que – a diferencia del feminismo posmoderno – el feminismo marxista no tiene miedo de un "nosotros" ni de un concepto esencialista de las mujeres, aunque éste sea por razones estratégicas. Pero en esta cuestión se vio una línea de demarcación que se vislumbra a través de contextos feministas entre las distintas generaciones. La propuesta de una joven teórica para expandir las tesis presentadas ("el marxismo-feminismo rechaza una concepción de naturalización del género, así como la postulación del sistema bi-género como una realidad supra-histórica y ontológica") obtuvo una gran aceptación en la sala, pero no encontró la aprobación de Frigga Haug, que ya, en su discurso de presentación, lanzó varios dardos polémicos contra los “dieciséis géneros” que la gente puede adoptar en a actualidad. 

Berlín – Viena – Lund       

A pesar de que no había demasiado tiempo y espacio para el intercambio entre generaciones y sus experiencias específicas, tal y como criticó una activista, la conferencia reunió a activistas y teóricos de todas las edades, algo que no suele ser habitual en los eventos feministas. Presumiblemente, Frigga Haug, Nora Räthzel, Heidi Ambrosch y otras personas involucradas en la organización de la conferencia en Viena entregarán ahora el testigo a activistas en Lund, que será la ciudad que acogerá la Tercera Conferencia Internacional sobre marxismo-feminismo.

La organización del evento ofrece la oportunidad de abrirse un camino a través de las condiciones neoliberales: La iniciativa no está respaldada por una organización económicamente potente, sino que descansa sobre los hombros de muchos promotores individuales que permiten realizar otro evento internacional con un alcance similar. "La organización de un Congreso marxista-feminista y la búsqueda de diferentes enfoques para la cooperación y el conflicto es un medio para traducir nuestra resistencia en un movimiento marxista-feminista permanente", reza la tesis 12 determinando así la ruta a seguir.

Traducido dehttp://derstandard.at/2000045658367/Marxismus-feministisch-umschreiben

Traducción: José Luis Martínez Redondo